martes, 20 de enero de 2009

El Silencio Mata algunas Mentiras

Si a una mentira no se le hace caso, le pasa lo mismo que al pez que cae fuera del agua; pronto se mata a sí mismo brincando y golpeándose contra la tierra.
Contestar a una mentira es proporcionar material y ayudar para que tenga vida; pero si la ignoramos morirá en corto tiempo.
Las falsedades llevan en sí sus refutaciones.
Algunas mentiras tienen un olor que demuestra su podredumbre a cada persona honrada. Si es molestada por causa de ellas, el objeto de sus invenciones en parte ha sido cumplido; pero el poder soportarlas en silencio, ha refutado el objeto de ellas y ha dado una victoria parcial, y Dios en su cuidado para la persona, pronto le dará una libertad completa.
(Charles Spurgeon)

3 comentarios:

Ana María Fabio / Araunapeka dijo...

Ya no creo a las mentiras, y tampoco hago caso de ellas, busco la verdad y la verdad está en Jesús.

David López-Cepero dijo...

Interesante propuesta... Como Jesús mismo calló en sus últimos momentos antes de la cruz... Sabía que pronto se sabría la verdad.

Saludos

Ana María Fabio / Araunapeka dijo...

Peregrino, muy bueno tu argumento también, no lo había pensado, pero si, es así, Gracias por tu comentario, está bueno. Bendiciones