sábado, 31 de enero de 2009

¿Quién nos hizo pedazos?



Frágiles llegamos al lugar de los encuentros. Esperanzados de algo mejor a lo existente; cargados, cansados y enfermos de mundo, de vida con su pesado equipaje. Sedientos de amor, de cobijo, de hermandad, entre un sopor de irrealidades, llegamos a lo concreto.
Frágiles en medio de todos, que poco a poco nos hicieron suyos, que nos unimos, y fuimos uno.
Cantando canciones tomados de las manos; no había sospechas, ni desconfianzas, ni egoísmos, el amor fue la llenura que lo cubrió todo. Y nos hicimos fuertes, nos hicimos hermanos. Todo era perfecto, todo estaba tranquilo.
La sonrisa iluminaba nuestros rostros, estábamos cubiertos, protegidos y amados.
...Entonces...
¿Quién nos hizo pedazos?
y rompió la seguridad que nos resguardaba,
quién levantó la mano para romper nuestra fragilidad,
que comenzaba a hacerse fuerte.
Los fragmentos rotos, esparcidos por el suelo,
y un dolor punzante que hoy lo cubre todo.
¿Quién fue tan insensible ante los débiles?
¿Quién fue el fuerte que pisó nuestra comunión con los demás?
Que nos apartó con su mano poderosa,
un poder tirano y destructor.
Ahora somo más frágiles que antes,
dando vueltas, desconfiados,
mirando, observando a lo lejos,
heridos, maltratados, solitarios,
nos reciben sonrisas falsas y ojos escrutadores,
¿Para quién será el hay que nos puso tropiezo,
que adelantó su pie hasta hacernos resbalar?
Sentados en dominios que no les pertenece,
simples administradores de la des-gracia,
que han dejado a tantos preguntándose,
¿quién nos hizo pedazos?
¿Hay dolor en tu corazón? porque el mío duele,
una espina profunda clavada en mi pie,
una espina de dardos, de piedades aparentes,
de palabras convenientes y bonitas, proclamadas para otros,
mas, para nosotros el silencio es evidente,
de indiferencia y marcada ironía.
Frágiles caminantes, hacia el lugar de reposo,
sin buscar lazos humanos sino divinos
de un Dios que reconstruye, que sana.
Que cobija nuestras almas temerosas,
Tu, solo Tu Oh Dios eres confiable
Tu, solo Tu Señor, juntas los pedazos,
de estos vasos rotos, tirados por otros,
Tu, solamente Tu, nos harás mas fuertes,
y nos saciarás, llenando nuestras vidas,
Tu Dios nuestro, nos harás olvidar y perdonar,
a aquel que hoy, nos hizo pedazos.
(Araunapeka)

12 comentarios:

juanma dijo...

Y Dios en su bondad recoge cada trozo nuestro amandolo aunque estemos en miles de trozos. Saludos poeta del cielo.

Ana María Fabio / Araunapeka dijo...

Así es, Dios tan solo Él puede restaurar la Almas, Él no nos parcha, ni nos pega cada trozo roto, sino que nos hace nuevos en Él, eso es algo maravilloso.
Gracias como siempre por tus acertados comentarios. Bendiciones

Debora Zibordi dijo...

Que maravilloso! Sólo Jesús puede levantar el hombre la tristeza y la libertad de la esclavitud del pecado. Jesucristo es la verdad que libera!
Felicidades, querida, tu blog es una bendición! Es un verdadero regalo!

Dios derrame sobre ti bendiciones espirituales.

Sana Doctrina dijo...

Si tras los miles de pedazos somos unidos con lazos divinos en vez de humanos, quiza mereció la pena que nos golpearan, puesto que lo anterior eran remiendos, que ocultaban la realidad, buenísimo articulo un abrazo!

Ana María Fabio / Araunapeka dijo...

Debora, Bendiciones grandes de Dios a tu vida. Si Dios no es lejano al dolor, y al sufrimiento humano. Él es nuestro refugio y Salvación. Un abrazo Grande para ti.

Ana María Fabio / Araunapeka dijo...

Lydia, tienes razón, vale la pena pasar la experiencia, porque vemos como Dios actua. Todo lo demás puede fallar en la vida, pero Dios nunca falla.
MUCHAS Y GRANDES BENDICIONES, Un abrazo.

Jose Alfredo Lievano dijo...

Dios es capaz de RECOJER todo aquello en en epocas pasadas dispersamos y arruinamos...

Bendiciones
Jose Alfredo

David López-Cepero dijo...

Hermosas palabras, que me recuerdan que cada día es un milagro. Dios conoce mi fragilidad, cuán fácil me rompo en mil trozos... Y al final, hace algo nuevo: Toma cada fragmento, los agita en la coctelera de su perdón, y saca uno nuevo recipiente, más nuevo, más hermoso, sin fisuras...

Por eso, ya no tengo tanto temor a romperme, porque sé que Dios sigue haciendo creando recipientes nuevos, a pesar de nuestros errores, porque su Amor no se acaba...

Saludos

Ana María Fabio / Araunapeka dijo...

José Alfredo, gracias hermano por pasar por aqui y dejar su huella, he visitado constantemente su blog, que tiene temas interesantes.
Que bueno es nuestro Dios que recoje nuestros pedazos arruinados, y nos hace nuevos.
Bendiciones

Ana María Fabio / Araunapeka dijo...

Peregrino, somos frágiles y débiles, que bueno que en Dios nuestra condición cambia. Nos hace fuertes en él, y pone armadura a nuestra fragilidad. Él nos conoce, sabe que somos propensos a rompernos. Yo soy débil y sensible, y me afecta el daño que otros me puedan hacer. Dios ha sido mi roca y fortaleza y pone a mi alrededor cubierta para no dañarme.
Gracias por tus palabras y por visitar mi blog. Bendiciones

Maritza dijo...

Amiguita mil gracias por tu comentario, me alegra mucho que compartamos nuestros blogs para vivir llenas de las bendiciones y
maravillas de nuestro Creador.
Y mira que especial es Dios. Ayer precisamente miraba tu blog y este articulo de Quién nos hizo pedazos
me llegó justo cuando más lo necesitaba.
Me gustaría publicar en mi blog tu escrito porque ahora los casos de desamor abundan y la única solución para ello es nuestro amoroso Padre.

Anita...Dios te bendiga por siempre con su infinito Amor!!!

Ana María Fabio / Araunapeka dijo...

Querida Maritza, todo lo que encuentres aqui, es tuyo y de todo aquel que quiera tomar algo. Soy bendecida por que vengas a visitarme y quieras compartir en tu página algo de lo que escribí, Dios es bueno, maravilloso, Grande, a Él sea toda Gloria, honra y alabanza.
Dios te requetecontra Bendiga.