sábado, 9 de octubre de 2010

Mirando el Pulgar



¿Cómo es posible que un Dios bueno permita la existencia de un mundo tan imperfecto? Paul Brand había respondido una a una todas mis quejas. ¿La enfermedad? ¿Sabía yo que de las veinticuatro mil especies de bacterias, todas excepto unos pocos cientos son saludables y no dañinas? Las plantas no podrían producir oxígeno y los animales no podrían digerir la comida sin la ayuda de las bacterias. En efecto, las bacterias constituyen la mitad de la materia viviente. Me explicó que la mayoría de los agentes de la enfermedad varían de las bacterias necesarias solo por leves mutaciones.

¿Y qué me dice de los defectos de nacimiento? Se lanzó a darme una descripción compleja bioquímica que se relaciona con la producción de un bebé sano. Lo realmente maravilloso no es que se produzcan defectos de nacimiento, sino que no se produzcan millones más. ¿Se podría haber creado un mundo a prueba de errores en el cual el genoma humano con sus cientos de millones de variables nunca errara en la transmisión? Ningún científico hubiera podido vislumbrar semejante sistema libre de error en nuestro mundo de leyes físicas fijas.

“He descubierto que esto me ayuda a tratar de pensar como el Creador”, me dijo Brand. “Mi equipo de ingeniería en Carville ha hecho exactamente eso. Durante varios años, nuestro equipo trabajó con la mano humana. ¡Qué obra de ingeniería perfecta encontramos allí! Tengo un estante lleno de libros de cirugía que describen operaciones que se han inventado para una mano herida: diferentes maneras de reacomodar los tendones, los músculos y las articulaciones, maneras de reemplazar pedazos de hueso y articulaciones mecánicas; miles de procedimientos quirúrgicos. Sin embargo, no conozco un solo procedimiento que tenga éxito en mejorar una mano normal. Por ejemplo, los mejores materiales que usamos en el reemplazo de articulaciones tienen un coeficiente de fricción de un quinto en comparación con las articulaciones del cuerpo, y estos reemplazos duran solo unos pocos años. Todas las técnicas corrigen las desviaciones, aquella mano entre cien que no funciona como Dios la diseñó.
Luego de operar miles de manos, debo concordar con Isaac Newton: “En ausencia de cualquier otra prueba, solamente el dedo pulgar me convencería de la existencia de Dios”

Extracto del libro “Sobreviviente” Capitulo 4 Doctor Paul Brand /de Philip Yancey
Otros libros del autor: “Cuando la vida duele”
“¿Desilusionado con Dios?
http://www.philipyancey.com/
http://yanceyespanol.blogspot.com/

3 comentarios:

Flor dijo...

Excelente querida.

Un beso
Flor

MiLaGroS dijo...

Anita, no conocía este blog. Eres genial, te da para todo.
Mil besos

Sandra Veneziani dijo...

Boa noite!
vim, te oferecer o selo de 350 seguidores do Toque e te agradecer por isso.
com carinho
san